Creo que debo disculparme
con el mundo entero
por acaparar la suerte
y quedármela toda para mi.
Yo no la buscaba, lo prometo.
No era mi intención desbalijar cada rincón del universo
para apoderarme de todo ápice de fortuna
y enamorarme locamente
del privilegio de tenerte.
Suena desbordante
la magnitud del sentimiento de saberte entre mis brazos.
Es abrumador,
el temblor en mi espina dorsal cada vez que tus manos rozan mis mejillas.
Y no hay mejor recuerdo,
que el sabor de tus labios en guerra,
librando batallas con cada centímetro de mi piel.
Hoy es luna de distancia,
porque no te tengo aquí conmigo
para arrastrarme entre las sábanas y buscar tu calor.
Pero también es luna de ti,
porque son tuyos mis sueños,
incluso aquellos que tengo cuando Morfeo se olvida de mi.
Pero conozco sus intenciones.
Él hace que yo no pueda dormir
las noches en las que se alía con el destino
y nos provocan lejanas
para otorgarme inspiración
y permitirme narrarte mi alma
verso a beso.
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