Últimamente mi vida ha sido una sucesión continua de acontecimientos diferentes, de sensaciones, emociones y vivencias que nunca antes había experimentado. He perdido a alguien demasiado cercano y a pesar de todo he salido a flote. De una forma u otra he conseguido aprobar mis exámenes a tiempo y, contra todo pronóstico. seré universitaria en un par de semanas. Ha sido todo muy difícil, he tenido lejos a gente a la que he necesitado realmente cerca, pero estaban ahí. Podemos decir que han sido unos meses "moviditos" y no solo por las malas experiencias, sino también por las buenas. Ha llegado a mi vida gente que sé que no se irá, he reído y he llorado, y ahora que lo pienso... He vivido, sin más.
Me estanqué un tiempo. Me alejé de mis pasiones, de mis sueños, y me dejé llevar por lo que fuera que el destino tuviera preparado para mi, y ahora he comprendido que sí, el destino existe, pero el camino hacia él lo crean mis propios pasos, mis propias decisiones, y por eso he vuelto. Perder las riendas de la vida no siempre es una mala señal, a veces solo es un empujón para volver a aferrarte a ellas, para saber valorar lo que se tiene y no dejarlo ir.
Ahora quiero seguir con lo que venga, pero quiero afrontarlo por mi misma y aprender cada día de todas las cosas buenas que parecen escondidas pero que siempre están ahí.
No puedo prometer que no os defraudaré porque no sé que será lo que me espera, pero si puedo asegurar que, sea como sea, aprenderé de ello e intentaré encontrar la forma de continuar.
Espero estar aquí durante mucho más tiempo, con parones o sin ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario