Miras atrás y ves todo lo que has pasado, todos los momentos que has vivido, los lugares en los que has estado, la gente que has conocido... Es increíble la manera que tiene el tiempo de desaparecer ante nuestros propios ojos.
En este momento, ¿no te da la sensación de que el paso del tiempo ha frenado de algún modo? Tu infancia ha pasado tan deprisa que apenas te has dado cuenta y ahora es como si todo se hubiera ralentizado, el tiempo pasa pero sin prisa.
Poco a poco vas creciendo, cambias de amigos, de ambientes y, porque no, de opinión. Tus gustos son diferentes a los que tenías cuando eras pequeño. Antes lo peor que te podía pasar era hacerte daño jugando al escondite, que se te rompiera la consola o perder algún juguete, y mientras pasa el tiempo empiezas a tener auténticos problemas, empiezas a ver la realidad tal cual es: dura, difícil.
Cierras los ojos y deseas volver a esos tiempos felices, pero ya es tarde. El tiempo ha pasado y tienes la sensación de no haberlo aprovechado, al menos no como deberías haber hecho, y te arrepientes. Te arrepientes de que, durante tu infancia, tu sueño fuera ser mayor. ¿Y ahora? No sé vosotros pero yo ahora daría lo que fuera para volver a la niñez, a la dulzura, a la inocencia... ¿No lo echáis de menos?
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