A la escasa luz del alba
la niña lloraba a un rosal
pues la pequeña no podía
la rosa más alta alcanzar.
Desconsolada estaba la niña
cuando un hombre vio pasar
"¿Perdone, gentil caballero,
la rosa más bonita
logra usted divisar?
La rosa más roja y radiante
ansío con toda mi alma
poseer hasta verla marchitar."
"Lo siento, joven dama"
dijo el caballero a la menor
"pero la rosa está en una rama
de altura a mi superior.
Hay más rosas en este árbol,
las cuales si alcanzo a coger
¿Por qué es solo esa rosa
la que tanto ansías poseer?"
La pobre niña, apenada
siguió llorando junto al rosal
ya que a la escasa luz del alba
aquella rosa de su alma
no fue capaz de alcanzar.
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