Debo reconocer que, por desgracia, hoy en día sigue poblando el mundo una mayoría inmensa de personas con pensamientos clásicos del siglo XV, y que por esta razón, las decisiones que son tomadas por el pueblo suelen ser bastante catastróficas.
Aún no soy capaz de comprender que, a estas alturas y con los avances que hemos vivido en estos últimos años, queden personas en el mundo con ideas machistas, homófobas, xenófobas, racistas...
Y lo peor no es que queden personas así, lo peor es que se está demostrando que son muchos más de los que pensábamos. El mundo de hoy está en manos de personas que menosprecian a otros por su color de piel o su condición sexual. Personas que se creen superiores al resto por ser un "claro ejemplo" del "modelo socialmente aceptado".
Siento las palabras, pero esa gentuza me da asco.
Quiero vivir en un lugar en el que por fin nos demos cuenta de que lo importante es quererse, sin importar nada que no sea el corazón de la gente. Un mundo en el que esté bien expresar el amor de forma libre, sin que resulte extraño que se haga.
Por desgracia, me temo que queda mucho tiempo para que la Tierra se convierta en ese maravilloso lugar, así que mientras tanto pienso declararle la guerra a todas esas cosas, a la sociedad, a la "perfección" tal cual se entiende hoy en día. Le declaro la guerra a esas personas que no sepan aceptar las diferencias, a esa gente estúpida incapaz de ver la belleza del amor, a esos que no saben ver que la libertad y el respeto forman parte del ser humano.
Le declaro la guerra al mundo, que comience la batalla.