Yo he intentado hasta lo imposible por dejar atrás esto que me arrastra. Puestos a intentar, he querido hasta arrancar la página de cuajo, pero esta dichosa hoja es irrompible, y no vayáis a pensar que es algo bueno, que va. Ojalá esta mierda tuviera algún tipo de sentido, algún porqué, pero por más que lo he buscado no aparece por ninguna parte. Eso que me hace permanecer anclada lo hace cada vez de diferente manera y en diferente grado, asegurándose de que no he sido capaz de dejarlo atrás. Por decirlo así, su misión es hacerme permanecer ahí lo justo y necesario para no convertirme en una carga, en una molestia. Bueno, pues ya me he hartado.
Las cosas que me hacen volver atrás son meras gilipolleces que me han afectado simplemente por el hecho de yo soy gilipollas, o lo era. No sé cuánto tiempo más tendré que recaer, cuántas veces me quedan por mirar atrás en el camino, retrocediendo. Lo que si que sé es que este camino tendrá un final, y que, por muy tarde que lo haga, llegará. Hasta ese momento solo me queda la opción de seguir caminando y procurar que cada retroceso sea más pequeño, hasta que resulten inexistentes.
Y ahora quiero dejar clarito un mensaje: No te haces una idea de lo que valgo, de lo que merezco y de lo que vas a tener que hacer para conseguir que vuelva. Te va a costar sangre, sudor y lágrimas, y si no te lo crees, prueba a intentarlo.
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