viernes, 20 de noviembre de 2015

Día Universal del Niño

En el instituto tuve una profesora que estaba empeñada en hacernos aprender de memoria una poesía. Aún recuerdo algunos versos "Una sonrisa cuesta poco, pero vale mucho. Quien la da es feliz y quien la recibe la agradece...", "y nadie necesita tanto una sonrisa como quien se olvidó de sonreír", pero mi favorito es el último "Tenemos que ser mejores, más fuertes, más unidos. Antes de que sea demasiado tarde, sonríe". 
Yo me limité a aprendérmela de memoria para que la profe no me regañara si no me la sabía, y todos nos lo tomamos como una gracia, una poesía ñoña que una profesora insistía en repetir. Pero ahora, mirando atrás, me he dado cuenta del significado tan bonito que tiene dicha poesía, de la verdad que representa. 
No sé si seré la única, pero a mi me encanta que la gente sonría. Me gusta ir en metro, levantar la mirada y comprobar que la persona que se ha sentado delante me ofrece una sonrisa. Y del mismo modo, me encanta sonreír. 
Así que hoy he decidido sonreír mucho y por muchas razones. He dejado de lado todas esas cosas que dan vueltas en mi cabeza y hacen que se me pierda la alegría y que se apague el brillo de mis ojos. Me he levantado viendo en las noticias todo lo malo del mundo, ¿cómo vamos a ser felices así? 
No somos una unión. Nuestro mundo está fraccionado, es triste y apagado... Faltan sonrisas.
Hoy sonrío. 
Sonrío a las familias de todos los afectados en la catástrofe parisina, es una sonrisa cálida, una sonrisa de esperanza, y sonrío por todos los recuerdos, por lo bueno que esas personas aportaron a este mundo desgastado, es una sonrisa de agradecimiento. 
Sonrío por todos aquellos que sufren de algún modo. Y sonrío para decirles que, aunque la lucha sea dura, merecerá la pena. Que no cesen, que sigan adelante, la vida tiene más cosas bonitas de las que somos capaces de apreciar.
Hoy quiero sonreír por mi gente. Por lo bonito que me dan y lo bonito que intento otorgarles. 
Hoy sonrío a quienes sonríen, sin más.
Pero, sobretodo, sonrío por las miles y miles de sonrisas que nos regala la vida a diario. Sonrisas sinceras, esas que hacen que nuestro interior apagado se ilumine un poquito más. Y es que no hay nada, y repito NADA más bonito que la sonrisa de un niño. Esa bondad que desprenden, ese corazón puro y limpio, sin contaminantes, sin miedos, sin rencores, esa sinceridad que aportan. Esos pequeños ojitos brillantes, repletos de curiosidad, de esperanzas y de sueños. 
Por eso sonrío. 
Por ellos. 
Por todos y cada uno de los niños del mundo. 
Feliz día chicos, gracias por hacernos un poco más felices. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

The Hunger Games 32x32 Logo